Como un guante
¡Buen modo de pensar! Wayne era un hombre fuerte y muy trabajador, con mucha energía, así que terminó de cavar lo que faltaba para que el contenedor cupiese en un tiempo récord. Además cubrió toda la superficie del agujero con gravilla para depositar el contenedor en blando y que la gravilla pudiera filtrar el agua cuando lloviese. Lo tenía todo fríamente calculado. La grúa levantó el contenedor del suelo, lo giró y se dispuso a depositarlo en el agujero y ¡voilá! Encajó esta vez a la perfección.

La Horma De Su Zapato
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Una bomba de sumidero
En este punto, no es difícil adivinar lo que tenía en mente para este agujero y el contenedor. Sigue leyendo para ver cuál era su verdadero objetivo. Si bien estaba destinado a ser un proyecto de bricolaje, todavía necesitaba el toque de un verdadero profesional.

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