Zac estaba desgarrado
Zac se quedó inmóvil mientras los veterinarios se acercaban a Lola, sin saber qué hacer. La veía irritarse y quería gritarles que la dejaran en paz. Por otro lado, comprendió que necesitaba apoyo, sobre todo después de ver la ecografía. Lola se dio cuenta de que no podía hacerlo sola.

Zac estaba destrozado
Lola parecía asustada
Se acercó a ellos con suavidad e intentó calmar a Lola murmurándole cosas suaves y tranquilizadoras, pero esto sólo consiguió irritarla aún más. “Zac, por favor, déjala en paz mientras hacemos esto”, comentó el doctor Edwards, rebuscando en una bolsa. Lola siseó de fastidio -o posiblemente de agonía- y Zac se apartó de un salto, con el corazón desgarrado al verla. Tenía los ojos aterrorizados, pero ahora no podía ayudarla.

Lola parecía asustada