Una entrega.
Ravaux sacó el móvil para grabar el momento que había estado esperando cuando llegaron al lugar. Siguió grabando mientras el camión se acercaba a la entrada. La gente se detenía para ver qué ocurría y aquello se había convertido en un espectáculo. El propietario no pudo evitar sonreír. Observaba atentamente cómo la gente miraba asombrada y se preguntaba qué estaba pasando. La cámara de Ravaux enfocaba constantemente al camión que daba marcha atrás y tiraba toda la basura frente a la puerta de la pareja
Una entrega
Dulce, dulce venganza
La buena y fría venganza no podía apaciguar el fuego de Ravaux. Cuando hubo tirado toda la basura en la entrada, sintió que por fin podía descansar. Se tomó la libertad de hacer lo mismo con su casa porque habían tenido la osadía de dañarla. Sin esperar respuesta, subió el vídeo que había creado a YouTube. Sin embargo, rápidamente se convirtió en una sensación viral y recibió numerosos comentarios. Parece que el público reaccionó de forma muy diferente al vídeo
Dulce, dulce venganza
