El timbre destruido
Era inusual que los inquilinos no contestaran, pero no lo bastante extraño como para asustar al casero. Cuando echó un vistazo al timbre, la cosa cambió. El “cordón” había sido arrancado deliberadamente del enchufe, como si alguien hubiera intentado cablearlo. Ravaux no sabía qué pensar, porque aquello era una gran señal de alarma. Quiso llamar a la policía, pero decidió seguir las instrucciones escritas. Un sonido estridente resonó en sus oídos cuando pulsó el timbre destruido

El timbre destruido
Una trampa
El timbre emitió un sonido fuerte e inquietante. Si la familia hubiera estado presente, sin duda lo habría oído. En ese momento, Ravaux estaba preparado para entrar en el apartamento con su llave de repuesto. Pensó que el timbre sólo era una distracción. Abrió la puerta de su apartamento y decidió no prestar atención al viento. Entró con cautela, esperando encontrar un apartamento vacío en el peor de los casos. Pero la visión que se le presentó casi le dejó sin aliento

Una trampa